Si alguna vez has comprado una prenda de ropa, seguro has visto la clásica etiqueta: “Made in China”, “Made in USA”, o la que particularmente más me gusta: “Made in Heaven”. Bueno, quizás no la hayas visto en tu ropa (aunque quiza muy pronto… :D), pero si eres creyente, déjame decirte que esa etiqueta está pegada en tu alma.
Sí, así es. Dios te eligió antes de que existiera el mundo. No antes de que nacieras, sino antes de que hubiera tiempo, planetas, oxígeno y Wi-Fi. Efesios 1:4-5 lo dice claro:
“Según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad.”
Romanos 8:29-30 lo refuerza:
“A los que antes conoció, también los predestinó… y a los que predestinó, a estos también llamó, y a los que llamó, a estos también justificó, y a los que justificó, a estos también glorificó.”
Dios no solo te eligió, sino que aseguró cada paso del proceso: conocimiento, predestinación, llamado, justificación y glorificación. Esto no es un contrato con letra pequeña, es una promesa eterna.
¿Y si no me siento elegido?
Mira, si amas a Jesús, si confías en Él, si lo sigues… ¡relájate! No estás en este camino porque te tropezaste con la salvación, sino porque Dios te trajo hasta aquí (Juan 6:44).
“Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen. Yo les doy vida eterna, y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.” (Juan 10:27-28)
Si eres de Sus ovejas, reconoces Su voz y lo sigues. No porque seas más listo, sino porque Él te hizo suyo.
Made in Heaven… pero con propósito
La elección no es un boleto VIP para sentarnos a ver la vida pasar. Fuimos elegidos para ser santos y sin mancha (Efesios 1:4). Nuestra salvación no es solo para evitar el infierno, sino para vivir una vida que refleje a Cristo (Colosenses 3:12).
Así que la próxima vez que dudes de tu fe, recuerda: tienes una etiqueta celestial pegada en el alma. No eres un accidente, no eres un “producto de fábrica” cualquiera. Eres Made in Heaven, elegido por amor y con un propósito eterno.